'Sinsabores de una época'

En ocasiones, cuando veo programas en los que se muestran las situaciones de aquellos que peor están pasándolo con esta crisis, no puedo evitar que se me salten las lágrimas, no sólo con las historias tristes, especialmente es con las historias más solidarias con las que se me encoge el corazón, viendo cómo la sociedad despierta, cómo muchos ponen su granito de arena para ayudar a otros, viendo cómo la conciencia ciudadana no sólo lucha en la calle, no sólo se manifiesta, que no es poco, si no que además se resta el tiempo de sus ratos de ocio para dedicarlo a aquellos que más lo necesitan.

Gente que busca mercado a mercado excedentes de comida para poder llenar las estanterías de un local abandonado que ahora funciona como banco de alimentos improvisados, abogados que prestan gratuitamente sus servicios a ciudadanos en casos de desahucios u otras causas complicadas y socialmente incorrectas, mujeres que dan su tiempo al cuidado de mayores, etc.... Es maravilloso ver cómo en los momentos más complicados aflora lo mejor del ser humano, esto demuestra que podríamos renunciar a muchas cosas de las que tenemos, muchas por las que luchamos y que en realidad, demostrado queda, no necesitamos. Incluso esto demuestra cómo si ciudadanos anónimos pueden levantar un barrio, ¿cómo no puede hacerlo el gobierno? ¿el ayuntamiento? ¿la diputación? .... En fin, ¿¿cómo puede ser que esto no esté controlado, cómo puede ser que a mí me brote la pena mezclada con el orgullo de pertenecer a esta sociedad emergente y a mis políticos, responsables visibles de la situación en la que estamos no se les mueva un pelo del flequillo??

No digo que den ruedas de prensa entre lágrimas, emocionados por la situación, ni que aplaudan únicamente la opción ciudadana, pero...deberían aprender de su pueblo, deberían orientar sus esfuerzos, deberían acercarse a su gente y hablar para ellos, por ellos, con ellos...

Como poco, deberían evitar si quiera sonreír cuando el tema que tratan afecta a millones de personas, como poco deberían mostrar respeto y algo de vergüenza cada vez que se dirigen al pueblo, así como aquellas veces que se discuten entre ellos...Tenemos ya muchos problemas todos en nuestras casas, en nuestros trabajos, aquellos que tenemos la suerte de disfrutar de estas dos cosas, como para que tengamos además que ver cómo una panda de ladrones ricachones se mofan de nosotros una y otra vez, nos desprecian, nos culpan y además insultan a nuestra inteligencia haciendo declaraciones para tontos...Lo lamento señores pero el pueblo no es tonto, el pueblo está harto, el pueblo está vivo y me encantaría que algún día, el pueblo realmente fuera protagonista de su propia vida.

También al pueblo le queda mucho que aprender, pero por suerte, a la contra de los políticos, el pueblo está en el buen camino...

Ana