Que comience 2024

Decimos adiós a 2023, un año que, para mí, ha sido totalmente diferente a todos los vividos hasta ahora. El último trimestre de 2022 me zarandeó hasta quitarme la última de las pelusas que podía tener pegadas y, a pesar de ello, terminó con la mejor de las noticias, nunca un “resultado negativo” sonó mejor…

Así que, contra todo pronóstico, comencé un 2023 esperanzada, a pesar de todo, y con la determinación de que, fuera como fuera, había que seguir adelante.

Este año ha sido un verdadero aprendizaje, he confirmado que se puede ir paso a paso, sin adelantar acontecimientos, que es bueno contenerse y centrarse en el ahora, esperar a que las noticias lleguen, sin ir a buscarlas; he tenido que tomar decisiones muy complicadas, vaya que sí, y me siento muy orgullosa de cómo lo he gestionado y muy agradecida por el apoyo recibido en cada momento. He aprendido a dejar que me cuiden y he descubierto que tiene su encanto, tanto para uno mismo como para los que cuidan, y también me he atrevido a pedir espacio cuando lo he necesitado e igualmente ha sido respetado. He derribado algunos muros que llevaban años construidos limitando mi camino y, gracias a ello, he podido conocer a nuevas personas que, además de motivarme a conseguir nuevas metas, me han aportado mucha normalidad a todo lo que estaba viviendo, qué necesaria es la normalidad y qué poco la apreciamos.

En 2023 he podido valorar el tiempo, pues por primera vez lo he tenido en la edad adulta, y he descubierto que estamos tan acostumbrados a no tenerlo, que al principio no sabes ni qué hacer con él. Así que, tras lo vivido, a la vida le pido tiempo, lo tengo claro… tiempo para poder parar a saborear las pequeñas cosas, tiempo para cuidarme y cuidar, tiempo para compartir, tiempo para respirar, tiempo para escucharme y saber qué quiero de verdad, aunque pueda parecer una utopía, estoy segura de que hay formas de conseguirlo dentro de esta vida que parece ir contra todo esto.

A día de hoy estoy convencida de que nunca volveré a ser la misma persona, pues sin dejar de ser yo, ya soy otra. En este tiempo me ha tocado afrontar una realidad que no habría querido vivir,  conmigo se quedan algunas cosas que me acompañarán de por vida, aun sin ser de mi agrado, pero a pesar de ello, me quedo con todo, tampoco tengo más opciones, decido abrazar los buenos y los malos momentos, los más difíciles especialmente, porque me han ayudado a crecer, me han mostrado un camino que de otro modo no habría recorrido y me han permitido constatar que tengo una suerte inmensa, que tengo un círculo de confianza increíble, que además no deja de crecer con personas bonitas que han venido para reforzarme en mi nuevo yo y me ayudan a seguir creciendo.  

En mi correo de hace un año, a 2023 solo le pedía que me permitiera seguir fuerte y emocionalmente estable para recorrerlo como viniese, y hoy, tocando a su fin, tengo que dar gracias por haberlo conseguido, pero sobre todo os tengo que dar las gracias a todos vosotros por haberme querido así de bonito, por haberlo hecho como yo necesitaba, tengo claro que sin vosotros, esto no habría sido posible, al menos, no del mismo modo.

Os deseo lo mejor para el próximo año, de veras que sí…


Se os quiere 🥰

PD: Gracias por el cariño, gracias por las risas, gracias por llamar a las cosas por su nombre, y también por poner nombres a aquello que no lo tiene (Mochimochi, borrosetto, ...) gracias por los audios largos con conversaciones de vida, gracias por la motivación para llegar al siguiente nivel que yo ni sabía que existía, gracias por la energía que me lleva a sentirme poderosa, gracias por los buenos días de cada mañana y las buenas noches al final de cada día, gracias por los besos y los abrazos, gracias por el cariño en la distancia, gracias por la confianza, gracias por compartir el tiempo conmigo, gracias por respetar también mis ausencias y mis silencios, gracias por las oraciones y los buenos deseos, gracias por acompañarme en cada momento, gracias por esperarme, gracias por darme el tiempo necesario, gracias por las llamadas y por la paciencia cuando no las devuelvo a tiempo, gracias por acompañarme bonito y hacer que, el mío, sea un buen camino.