Construyendo...

Qué rápido se pasa el tiempo cuando te vas haciendo mayor, ¿no? Parece que fue ayer cuando despedíamos 2014 y ya estamos dando la bienvenida a 2016…
Al mismo tiempo si miro atrás me cuesta hacer balance, pues parece que hace demasiado tiempo que comenzó 2015 en realidad, así de contradictorio es todo, así es esta vida llena de contrastes...

Comencé este año con muchas lecciones aprendidas en 2014 que realmente dejaron huella, en algunos momentos sirvieron para avanzar, en otros quizá me limitaron, pero siempre conseguí construir a partir de cada situación, aún tengo muchas cosas en construcción y es que uno no termina de hacerse nunca, supongo que eso es lo bonito, seguir haciéndose cada día, seguir creándose a uno mismo y decorando su alrededor…

Siguiendo ese hilo de hacerse a uno mismo, debo decir que yo tengo mucha suerte, porque en mi obra, en mi construcción, trabaja una gran cuadrilla, la mejor...  tengo a los que cada día ponen su granito de arena para hacerme un poquito más feliz, esos que comparten mis estados de ánimo, los buenos y los no tan buenos; esos que alimentan mi espíritu con sus historias y consejos, esos que con un abrazo me lo dicen todo o me recomponen el día; esos que con un beso me dan los buenos días o las buenas noches, esos que me dicen que quieren verme y a veces se conforman con solo hablarme, esos que confían en mí y me dan el empujón necesario cuando dudo; esos que me buscan para poner orden en su cabeza, y que son los mismos que ponen en orden la mía también; esos que comparten conmigo su buen pensamiento y también el malo, que los malos pensamientos también existen y todos hemos tenido alguno; esos que aun estando lejos se les siente tan cerca; esos que comparten su preocupación y su alegría, esos que aparecen de repente y parece que siempre estuvieron ahí; esos que nunca dejaron de estar, aun no estando; esos que me tocan y me dan toda su energía, esos que cruzan su mirada con la mía y me lo dicen todo, esos que pierden dos minutos de su ajetreada agenda para decirme hola y además me lo agradecen; esos que de repente me dicen que me quieren, sin más, porque sí; esos que me sonríen sinceramente con su mirada, esos que me escuchan mientras dejo rodar una lagrimilla y me tienden su pañuelo; esos que comparten carcajadas espontáneas, de esas que liberan el alma; esos que sacan mi verdadero yo, el más personal, a veces bueno, a veces menos bueno y a veces un tanto ingenuo, que también lo hay…; y por supuesto, esos que saben preguntar ¿estás bien? cuando notan que algo pasa, y aceptan tu respuesta, sea cual sea, porque saben que has cogido su mano para lo que haga falta, esos, todos esos … tengo tanta suerte….

La verdad es que termino 2015 muy cansada y es que construir cada día cansa, corregir y volver a empezar tras haber errado, matizar y perfeccionar lo ya construido, adaptar una estructura conocida a un nuevo ángulo…eso exige mucha energía, pero la verdad es que, cuando cada día me asomo a mi obra, a nuestra obra, y os veo regalándome tanto, poniendo tanta energía en mí, ayudando con ese entusiasmo, disfrutando y compartiendo tantas cosas… solo puedo mirar a 2016 y pensar en seguir CONSTRUYENDO, eso sí, CON VOSOTROS …

Gracias y … ¡A por 2016! Os quiero ver ahí a todos, ¿eh? Que me queda mucho por construir y sois mis mejores arquitectos.

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Ana