Desde ayer escucho, y leo, noticias y opiniones sobre los pitidos al himno en la final de la Copa del Rey y la verdad es que me importa poco saber si hay unos que tienen razón sobre otros pues no sé si hay razón alguna que justifique lo que ocurre en esas situaciones, me parece algo tan absurdo y tan pueril que no creo que merezca tanta publicidad como se le da, de hecho quizá es esta publicidad la que hace que año tras año, cuando se da la oportunidad esto ocurra, convertirlo en algo tan mediático solo da nombre a quien no lo merece.
Es cierto que pienso que si participas en un acontecimiento debes cumplir las normas del mismo y respetar lo que en él ocurra y si no estás dispuesto a ello lo mejor es que no participes, así como que si algunas de las acciones que ocurren en él son susceptibles de sanción, se sancionen como corresponda y punto, sin publicidad, sin nombres y sin tanta algarabía que solo da importancia a los que no la tienen y que ensucia algo que nada tiene que ver con lo que de verdad está pasando. Si no es sancionable y se puede considerar libertad de expresión, pues dejémoslo ahí, sin más.
No es cuestión de ser o no monárquico, de ser o no patriota, de ser o no partidario de unas u otras cosas, se trata de ser educado y saber estar allá donde uno va, aun así, cuando se da esta ausencia de educación....vuelvo a decir que lo importante es no darle valor pues ya se sabe que si a quien quiere llamar la atención se le presta, sólo seguirá llamándola...
Ana
