Domingo, 19 de octubre de 2014. 20:30 horas.
Por fin llega un titular con la noticia más esperada...La paciente ingresada en el Carlos III infectada de ébola, da negativo tras dos semanas de lucha con la enfermedad. (Fuente de la noticia: El País)
Y yo que me alegro por ella...ya lo creo que sí, a ver si todo marcha bien y los siguientes análisis confirman tan buena noticia.
Ahora le tocará recuperarse, no sólo de la afección del virus sino de todo lo que le ha caído encima a esta buena mujer durante estas semanas, no querríamos vernos ninguno en su piel.
Además de debatirse entre la vida y la muerte, le han insultado, han puesto en duda su profesionalidad, han invadido su intimidad, han publicado datos personales y diagnósticos que se suponen confidenciales, le han tratado de mentirosa y le han ninguneado una panda de hipócritas que sólo tienen intereses personales, ¡LAMENTABLE! (Marca España)
Por suerte lo más importante parece que está saliendo bien, Teresa, que no sé porqué tenemos que conocer su nombre, dirección y rostro, se recupera. Y no se puede dejar a un lado a los profesionales que le han tratado durante su ingreso, aquellos que han estado cada día, como ella hizo en su momento, a su lado, exponiéndose a la enfermedad, héroes anónimos que no reciben el reconocimiento público y oficial que merecen, aquellos que cada día luchan por un mejor servicio y cada día reciben menos de la Administración. VERGÜENZA me da sólo pensarlo.
A pesar de todo, haremos como siempre y saldremos reforzados, serán muchos los que gracias a esto se hayan convertido en mejores personas, muchos los que se hayan planteado el problema del ébola de forma más sensata, muchos los que hayan donado o ayudado de alguna manera tras conocer el caso de Teresa, así que no pudiendo revertir la situación tan complicada que a ella le ha tocado vivir, sólo podemos sacar algo bueno de todo esto y así lo haremos.
Quisiera, eso sí, aprovechar esta noticia para, a pesar de la escasa relevancia que pueda tener mi opinión, felicitar a Teresa no solo por su lucha por la vida, sino por su valentía en ella, así como a todos aquellos que cada día trabajan por conseguir que otros tengan una mejor calidad de vida.
Teresa, espero que la vida te dé las fuerzas y los recursos necesarios para denunciar uno a uno a todos los que han intentado hacerte de menos y aprovecharse de tu situación para buscar un culpable que les permitiera centrar la atención en otro foco que no fueran ellos y pasar este trance de la forma más sigilosa posible...
Ana
