Hasta nunqui 2020....

El pasado año me atreví a titular mi felicitación "A por los nuevos (y locos) años 20!" ... quizá dejar entre paréntesis lo de "locos" se me quedó corto, porque vaya año este 2020...

Sinceramente, solo me nace decir que vaya año de mierda, siento lo feo de la expresión, pero es lo único que hace justicia a lo vivido estos meses. Este año nos ha dejado claro que no somos nada dentro del conjunto de la naturaleza y que como personas individuales no podemos llegar muy lejos, necesitamos del resto y sólo podremos avanzar si lo hacemos en conjunto, como sociedad, valorando a los que nos cuidan y nos provén de lo necesario para sobrevivir, física y anímicamente, sanitarios, farmacéuticos, transportistas, trabajadores de la cadena de productos de primera necesidad, científicos, músicos, actores, creadores…

Claramente 2020 es un año para olvidar, pero siempre lo recordaremos. Y así debe ser, porque este año no puede pasar sin más, todo lo vivido no puede ser en balde, no puede caer en el olvido y no servir para nada. Ha sido un año de mucho dolor y sufrimiento, de miedo, de cansancio, de enfrentarnos a una incertidumbre para la que no estábamos preparados, ni lo estamos aún a día de hoy. Pero es importante no olvidarlo porque de este año seguro que también nos llevamos unos cuantos aprendizajes, sobre todo emocionales, y es que este año nos ha enfrentado a muchas cosas y también a nosotros mismos, a nuestros fantasmas, a nuestro dolor, a nuestros miedos…

Hay quien no se llevará nada de este 2020, quizá también hay quien de momento sólo puede sentir la tristeza por la pérdida o la enfermedad de seres queridos, también habrá quien esté pasando por un mal momento laboral, emocional, económico... y aún hoy no sepa cómo afrontar el año que entra, y también habrá quien esté preparado para mirarse hacia adentro y conocer lo que este convulso año nos ha provocado, cómo nos ha cambiado y qué hemos aprendido de todos estos meses.

Sin saber cómo os sentís frente a este 2020 que dejamos atrás, pues cada uno tiene su vivencia particular, yo os puedo decir que hasta ahora sé que a mí este año me ha mostrado mi vulnerabilidad a la vez que me ha reafirmado en mi fortaleza mental y física, también me ha dejado sentir una sensibilidad que nace a flor de piel y que me permite emocionarme ante el mundo que me rodea, recordándome mi humanidad. También este 2020 me ha enseñado que si se quiere se puede, y que la distancia no te quita a nadie si ambos lados quieren seguir estando, y, cómo no, este 2020 me ha confirmado irremediablemente dónde están los pilares de mi vida, aquellos que siempre están ahí para sujetarme cuanto no puedo más o que simplemente me acompañan en el día a día. En 2020 creo que todos hemos podido reafirmar quiénes son imprescindibles y cuán necesarios son, así como que nos ha permitido ver cuántos otros eran vitales y, sin embargo, no lo sabíamos. 2020 también me ha enseñado a relativizar muchas situaciones, más aún, y a disfrutar de las pequeñas cosas, reconociéndome afortunada en este mundo convulso.

No me gusta mucho esa expresión de… “A 2021 le pido…” porque 2021 ya llega con bastante presión el pobre, como para andarle pidiendo nada, pero sí puedo desear que para 2021 todos y cada uno de nosotros seamos capaces de conocernos y reconocernos a nosotros mismos. solos y en sociedad, que seamos coherentes y sepamos admitir las cosas como son, que practiquemos nuestra resiliencia, ya hemos demostrado tener esa capacidad, no lo hagamos más difícil y seamos siempre resilientes, que seamos buenas personas y empaticemos con nuestro entorno, sin prejuicios, que miremos hacia adelante y sonriamos, a pesar de todo, y en especial, para 2021 deseo más que nunca que, como sociedad, trabajemos más desde el amor y menos desde el odio…

Espero sinceramente que este 2021 nos permita avanzar y que lleguemos al próximo 31 de diciembre siendo algo mejores y, sobre todo, que lo podamos celebrar con un abrazo. 

¡Feliz 2021!

image.png
Foto hecha por César a un escaparate de una tienda de Malasaña este diciembre.

 

Y para terminar, quiero brindar porque “te quiero, te quiero, contigo soy feliz, mañana, tarde y noche”, por más ratos con mi añot, aunque el tiempo esté AMIGAS0, por las confidencias y debates políticos postoperatorios, por la futura cooperativa tras la primera, y rica, cosecha, por más casualidades a la hora de comer, por la mami que no deja de querernos y enseñarnos, por las vieollamadas con la abuela y las confesiones por whatsapp, por los aplausos compartidos virtualmente en la terraza de un amigo, por mantenernos en contacto a pesar de todo, por querernos bonito, por los nuevos trabajos, por los grupos paralelos de “Viernes…”, que alivian cualquier situación, por las cañas virtuales universitarias, en definitiva…por vosotros, por todos….


Se os quiere